Este es un Blog de pensamiento progresista, que pretende ofrecer a la sociedad un permanente foro de debate sobre los problemas actuales que viven el mundo, España y Aragón
jueves, 20 de diciembre de 2012
UNA LECCIÓN PARA LA ABOGACÍA DE ZARAGOZA
viernes, 14 de diciembre de 2012
ABOGACÍA Y LEY DE TASAS
lunes, 29 de octubre de 2012
CANCELEMOS LA DEUDA, CON VALENTÍA
lunes, 8 de octubre de 2012
Cataluña y España se necesitan
domingo, 26 de agosto de 2012
VOLVER A KEYNES
martes, 7 de agosto de 2012
La reinvención del gobierno
En las situaciones de crisis y de dificultad de instituciones y de las sociedades es cuando se demuestra la capacidad de reacción y la valentía para afrontar los retos, y también cuando se emprenden los cambios y las transformaciones más importantes.
En el momento actual de recesión económica, se habla continuamente de corregir los fallos del mercado y de la necesidad por parte de las empresas de ser más eficiente y de adaptarse mucho mejor a los extraordinarios cambios a los que nos enfrentamos.
Sin embargo, existe otro ámbito, que es el de lo público, el del Gobierno y la Administración, cuyo correcto y eficiente funcionamiento es esencial para conseguir un efectivo desarrollo económico y social y un sistema transparente y que funcione adecuadamente. En Estados Unidos se habla desde hace décadas de la reinvención de los Gobiernos (véase la conocida obra, con este mismo título, de Ted Gaebler y David Osborne).
En España, salvando las distancias con Norteamérica, en los últimos 30 años la Administración ha crecido notablemente, y hemos pasado de ser el país europeo con menos intervención estatal a ser hoy uno de los Estados con más burocracia.
Todo ello supone, en términos económicos, un coste que es difícilmente asumible en una situación actual de dificultad económica, y que para la competitividad de nuestra economía, es un lastre que es preciso corregir.
Otros países, como algunas de las llamadas naciones emergentes, cuentan con burocracias en general más ágiles que la nuestra y, por este motivo, están mucho más preparados para competir en la economía globalizada actual, basada en las nuevas tecnologías y en los nuevos sectores emergentes, como las energías renovables, los servicios sociales y otros de alto valor añadido.
Debemos ser conscientes de este impresionante reto de reforma administrativa que tenemos por delante, porque una Administración lenta y demasiado intervencionista es un obstáculo para el desarrollo.
Por contra, un Gobierno y una Administración eficientes son una garantía de impulso de la economía y de la sociedad, pues no podemos afrontar los grandes retos que tenemos en este siglo XXI con un aparato burocrático propio en muchos casos del siglo XIX.
Existen muchos ejemplos de Administraciones eficaces y de servicios que sí se están adaptando muy bien a estos nuevos retos, porque debemos decir con claridad que lo público es necesario para el correcto funcionamiento de nuestro sistema, y para que los valores europeos de la democracia social que ya instauramos en el viejo continente a partir de 1945 continúen teniendo pleno vigor.
El reto que tenemos por delante es enorme, pero por este mismo motivo, todos los Gobiernos sin excepción deben tener la valentía y la capacidad de decisión suficiente para emprender una auténtica reinvención de los Gobiernos, y aprovechar el talento y la preparación de muchos de sus funcionarios, que están esperando que alguien desde arriba actúe como ejemplo y revulsivo de una situación que debe cambiar de inmediato, para tener el Gobierno moderno del siglo XXI que nos merecemos.
miércoles, 6 de junio de 2012
LA CANCILLER Y EL MAPA
Resulta cuando menos sorprendente que en un vídeo recientemente difundido en Internet la canciller germana, Angela Merkel, fue preguntada por los estudiantes sobre el lugar donde se encontraba Berlín en un mapa, y Merkel no fue capaz de situar a la capital de su país dentro del plano.
Este hecho es totalmente cierto (puede buscarse el vídeo en muchos lugares de la red donde se ha difundido), y nos ilustra sobre la baja calidad intelectual (y también moral, por lo que esta anécdota implica de por sí) y como estadista, de la mayoría de nuestros actuales líderes europeos.
En este contexto en el que hablamos, es claro que existe una estrategia de los alemanes y los países del norte de Europa por estigmatizar a los países del sur (entre ellos España), que es cierto que han cometido muy graves errores de gestión pública y privada en los últimos 15 años (el sobredimensionamiento del sector inmobiliario).
Pero no es menos cierto también que el sobre endeudamiento que teníamos en España fue alentado en gran parte por los bancos alemanes, que ganaban con estas prácticas.
Y hoy, la actual situación de España, Grecia, Portugal e Irlanda, es alentada por los alemanes para defender una política económica de ajustes y recortes que se aleja de la práctica europea (y norteamericana actual del presidente Obama), que en los últimos 70 años siempre siguió una línea keynesiana: en época de crisis, el Estado debe intervenir más con inversión pública precisamente para estimular la economía.
La actual política de recortes, llevada a cabo por todos los gobiernos, sin excepción, constituye un grave error, porque aunque sí limita muchos gastos innecesarios, también a la vez afecta a la inversión pública, que estimula la economía, y a servicios esenciales para el mantenimiento de la cohesión social.
Frente a ello, existe una política alternativa, que en EEUU hace 25 años Gaebler y Osborne ya plasmaron en su conocido libro La reinvención del Gobierno: el Gobierno debe intervenir menos cuantitativamente, pero no cualitativamente.
Y en este siglo XXI, los gobiernos que sean más eficientes y con menos recursos gestionen mejor serán los que consigan el éxito en la gestión pública.
Pero el recorte y la reducción del gasto no es la solución, pues ahoga la economía y satisface los intereses de los más poderosos, porque ellos son quienes especulan con el dinero de todos y quienes hoy invierten en un país con su deuda, y mañana en el otro lado del mundo con otros bienes o servicios.
Los europeos debemos decir definitivamente un no rotundo a esta imposición de esta forma de entender lo público (que en el fondo es lo que es de todos), que queda degradado a unos niveles que hace pocos años parecía impensable que iba a llegarse a esta situación.
Frente a los recortes, la alternativa es plantarse de modo vehemente frente a las imposiciones exteriores (nadie se va a atrever a expulsar a España del euro), y hacer un poco lo que han hecho los valientes islandeses: la deuda que ahora tenemos fueron los alemanes, franceses y otros quienes nos empujaron a asumirla, para ganar ellos con intereses y otros conceptos.
Ahora somos nosotros quienes deberíamos negarnos a pagarla y obligar a nuestros bancos y gobiernos a empezar de nuevo. Caiga quien caiga.
Y para conseguir que al final quien gane sea el ciudadano y la pequeña y mediana empresa, que son el corazón de este país, de modo que el crédito se recupere y se vuelva a estimular la economía y a recuperar el optimismo de los ciudadanos.
Hace falta una rebelión cívica, a la islandesa, para decirle a Merkel que hasta que no sepa situar bien en el mapa la ciudad de Berlín nosotros no estamos dispuestos ya más a dejarnos engañar por sus falacias y sus imposiciones.
lunes, 28 de mayo de 2012
La nueva reforma del sector financiero
Aragón Digital (28 de mayo de 2012)
En un artículo que escribimos tras la aprobación del RD Ley 2/2012, de 18 de febrero, afirmábamos que con aquella reforma se pretendía sentar las bases definitivas para lograr la confianza de nuestros socios comunitarios y de los mercados, y que por fin, España pudiera contar con un sistema financiero saneado de los activos inmobiliarios.
Sin embargo, en el transcurso de los meses han aflorado muchos más activos inmobiliarios deteriorados de lo que se pensaba en aquel momento, y el Gobierno se ha visto obligado a aprobar, mediante el RD Ley 18/2012 (ya van nada menos que 18 Decretos Leyes en 4 meses de año, más que en los años de la transición y los Pactos de la Moncloa), una nueva reforma del sector financiero.
En esta ocasión, no nos vamos a atrever a afirmar que ésta será la definitiva, pues la hondura de la crisis del sector inmobiliario está siendo mucho mayor de lo que en principio se creía.
Es imprescindible que los bancos cuenten de modo definitivo con unos balances saneados para que el crédito vuelva a fluir hacia las familias y las empresas y que la recuperación económica sea por fin un hecho.
Sin un sistema financiero saneado nuestro país tardará mucho más en recuperarse, y por este motivo, el principal objetivo de la política económica de España, a día de hoy, es contar con unos bancos y cajas de ahorros sólidos y solventes.
Nuestro sistema de supervisión financiera, tras las enormes crisis bancarias de los 70 y 80, había convertido a nuestro Banco de España y a nuestras autoridades económicas, en un ejemplo a seguir en los países occidentales.
Sin embargo, en estos últimos 10 años han fallado estrepitosamente los mecanismos de supervisión y deberían sin duda exigirse responsabilidades por ello.
Pero, al mismo tiempo, debemos transmitir a la opinión pública y a nuestros socios europeos y a los inversores internacionales un mensaje de seriedad y de responsabilidad, porque España es un país que en los últimos 30 años ha progresado más que en los dos últimos siglos, y por fin hemos terminado con el aislamiento secular.
Debemos apoyar todas las acciones que se lleven a cabo, por cualquier Gobierno, para conseguir que España recupere su peso en Europa y en el mundo, y que se corrijan los enormes errores de supervisión que se habían cometido en esta última década en el ámbito del sector financiero.
Nuestro sistema financiero es sólido, pero deben acometerse todas las reformas que sean precisas, para recuperar el prestigio y el nombre internacional que tenía antes de la actual crisis.